Cuando, desde tu adolescencia, creces en un colectivo que justifica la violencia como una forma de lenguaje para expresar tus ideas, escuchando una música, vistiendo una estética, leyendo unos libres, etc, que proclaman ese mismo mensaje una, y otra y otra vez, terminas por creerlo. Ese es el caldo de cultivo en el que germinan las semillas del odio. ….y eso por llevar la bandera de su pais… Después, a la hora de ejercer la violencia, resulta fácil justificarla.