Ligero deshilachado en el dobladillo en la parte inferior delantera de la camisa y manchas menores en todas partes”, es la descripción del sitio sobre la prenda que tiene un valor sentimental especial para el fútbol argentino. En el medio de los idas y vueltas sobre la autenticidad de la casaca, la casa de subastas se encargó de confirmar a través de un reporte que la remera que les facilitó Steve Hodge, y que previamente había estado en exhibición en el Museo del Fútbol en Manchester, es la auténtica que fue comprada por el por entonces administrativo de la delegación argentina, Rubén Moschella, y que hoy es el director del predio que la AFA tiene en Ezeiza.