Su extécnico en Brighton, Graham Potter, lo describió como “un gran chico, una gran persona, un joven en la Premier League que tiene todos los atributos para jugar al más alto nivel”. Tiene un precio de 17 millones de euros y se cree que el Chelsea está interesado en él. Ese era el contexto de un partido en el que estaba en juego el acceso a la segunda plaza, a los octavos y quién sabe si a un posible choque en cuartos con España.