Llevamos años demostrando que sí lo es», celebra Arranz, que añade: «En mi generación tuvimos la suerte de que fuesen los Juegos Olímpicos en Barcelona, porque impulsó todos los deportes, incluido el balonmano femenino». Aunque hubo un par de años de camisetas marca Reebok, otra vez adidas vistió a la Selección y ya no cambió más de marca. A partir de ahí vuelve a generar una propuesta y, una vez aprobada por todos los actores implicados, se cierra el proceso.